Caracol de husillo según Ginés Martínez de Aranda.

Las escaleras de caracol de cantería se resuelven mediante peldaños ejecutados independientemente que se van apilando a medida que se construye la escalera.
El caracol de husillo es probablemente el más común. Cuenta con un machón central (también denominado nabo o husillo) y en su parte exterior va encastrado en la caja de la escalera.
Su geometría se muestra en el esquema de más abajo. Básicamente se trata de un sector cilíndrico (un "quesito") que se extiende entre el machón central y la pared cilíndrica que conforma la caja
A este quesito se le "roba" una cuña triángular de directriz helicoidal por su cara inferior, de manera que el trasdós de esta escalera (la parte inferior de la misma) constituye un helicoide cilíndrico recto.
Martínez de Aranda especifica pocas medidas. Habla de una cuarta (=un palmo=20,9 cm.) para la contrahuella y 12 peldaños en una vuelta, lo que da 3 varas (3x83,60 cm.) de altura de piso.
En su parte inferior el peldaño es plano entre las líneas 1-4 y 2-5. A partir de ahí es una superficie helicoidal que se tiende entre la hélice interior que va de 2 a 3 y la exterior, que va de 5 a 6. La línea 7-8, de puntos, indica la contrahuella del peldaño superior.